Los profesionales de la salud del Hospital General de la Zona número 10 de Santiago Ixcuintla están muy molestos porque a través de este medio se dio a conocer el 14 del presente por la tarde que le negaron la atención oportuna a un jornalero agrícola de nombre Anselmo Reséndiz López de 20 años por no traer mil pesos.
Con base a la información de los familiares y amigos el joven llegó al lugar con un fuerte dolor de pecho casi inconsciente. Pero por la falta de afiliación le pidieron el dinero y como no lo traía lo dejaron un buen rato en la sala de espera mientras los familiares consiguieron el recurso. Al personal del Instituto les disgustó mucho que se haya dado a conocer la versión de los afligidos y por medio de un escrito afirman que a Anselmo desde su llegada a urgencias lo atendieron sin pedirle nada a cambio lo cual es falso porque tenemos pruebas de ello.
Según el comunicado del Hospital a Reséndiz López la doctora Violeta Peña Rubio nada más le detectó un cuadro de deshidratación, un síndrome emético lo que es lo mismo náuseas o vómito y descartó algún otro problema.
En el escrito del IMSS también se habla que por los cuidados otorgados a Anselmo a las dos horas de haber ingresado al hospital lo dieron de alta completamente recuperado de su salud versión que también deja muchas dudas.
Los familiares y amigos del enfermo aseguran que después de que el paciente abandonó la clínica del IMSS se tuvo que ir al Seguro Popular de Santiago porque se sentía mal y ahí le afirmaron que si tenía principios de un micro infarto causado por el exceso de trabajo. Antes de que el jornalero acudiera al Seguro en menos de diez horas cortó 60 jabas de mango porque trabaja a destajo dicen sus camaradas.
En la aclaración de los profesionales de la salud del Instituto de Santiago no se menciona nada del cobro que se le hizo a Anselmo por subirlo a una camilla y aplicarle dos inyecciones una para el vómito y la otra para el dolor. Pero los familiares del enfermo nos hicieron llegar el recibo porque consideran que les cobraron más caro que si hubieran estado en una clínica privada.
Los amigos y familiares del enfermo afirman que tienen muchos testigos que se dieron cuenta que a Reséndiz López se le dejó en la sala de espera un buen rato por no ser derechohabiente y por la falta de recursos.
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