Por: MARIO LUNA
EL SENTIR DE LAAS GENTES EVACUADAS DE SAN BLAS.- sin duda que ante la presencia o anuncio de un fenómeno natural, donde se pronostican grandes daños por su fuerza y dimensiones, en todo ser humano causa no solo miedo, sino pavor, sentimientos muy naturales, el solo escuchar que ocasionará estragos, pero sin tener la certeza de las magnitudes que verdaderamente ocasionará, trae consigo incertidumbre, pero al mismo tiempo, la naturaleza de la sobrevivencia, el interés de sobrevivir ante estos embates, hace que sea uno atento a los llamados informativos de las autoridades, quienes indudablemente son las que conocen sobre los posibles daños que puedan ocasionar, por ello, al llamado de evacuar, de dejar sus casas, fue escuchado de inmediato por parte de las gentes, en San Blas, la participación de la presidenta municipal, CANDY YESCAS, para participar en la coordinación de las acciones de las autoridades de protección civil y atender sobre todo aquellas personas que habitan en colonias susceptibles de inundaciones, por ser zonas de alto riesgo, no se hizo esperar, por lo que desde el pasado lunes, desde mediodía, la alcaldesa organizó a dichas autoridades municipales como a ciudadanos que tuvieran vehículos para que pudieran apoyar en la evacuación de habitantes de varias colonias de San Blas, para trasladarlas a Tepic, al albergue de la Universidad Autónoma de Nayarit, lugar, donde por cierto, la atención tanto en alimentación, agua, abrigo como colchonetas, cobijas, no les ha faltado, por lo que al hacer un recorrido por estos albergues, por voz propia de las personas evacuadas de San Blas, esto nos pudieran expresar:
MARIO RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ.- persona de edad avanzada y con discapacidad, dijo haber llegado desde este pasado lunes por la tarde a este albergue de la UAN, refiriendo que vive en una zona de alto riesgo por ser parte baja, como lo es la colonia Palmar de los Cocos Benito , por lo que ante el temor de que la marea del mar subiera e inundara su colonia optaron por salir, yendo por él una patrulla de tránsito con una combi unidad en la que fue traslado él con su familia, asimismo, dijo que han estado muy bien atendidos en este albergue, ya que no les ha faltado comida, añadiendo que él solo se vino con una camisa delgada y que aquí le regalaron una chamarra, por lo que agradece todos estos apoyos, refiriendo que él vivió en carne propia los embates y estragos del huracán Kenna, donde también tuvieron que salir de urgencia y fueron trasladados a Tepic, precisamente a este mismo albergue de la universidad, recordando que en aquella ocasión su colonia se inundó totalmente y que el agua subió cerca del metro y medio, por lo que todos sus muebles y ropa se echaron a perder, y lo peor es que sus casas fueron derrumbadas por la fuerza del agua, por lo que ahora espera que no se vuelva a repetir, porque dejó todo en su casa, “solo cerré la puerta y dejé todo como estaba, ojala y encuentre mis cositas, aunque viejitas como yo, las necesito”.
MARÍA DE JESÚS MARTÍNEZ.-quien vive en la colonia Benito Juárez de San Blas, dijo que ella junto con su familia, que son entre nietos e hijos, alrededor de 30, prefirieron dejar sus casas para venirse para Tepic, a un refugio seguro, ya que su colonia, cuando llueve muy fuerte se inundan, más cuando llega un fenómeno natural como este huracán “Willa”, refiriendo que el trato y atención que se les ha estado brindando en este albergue de la universidad ha sido muy bueno, ya que se les ha dado comida, abrigo, agua, atención médica, medicamentos a quienes así lo han necesitado, en lo que se refiere a sus pertenencias, señaló que estas las dejaron donde están siempre, ya que se vinieron rápido, solo cerramos las puertas y ventanas de la casa, por lo que esperamos que cuando volvamos encontrar nuestras cositas, ya ve que con mucho esfuerzo se hace uno de sus cositas, para que de un ratito se nos pierdan, hay no, ni volverlo a pensar, dijo en tono preocupado la señora, agregando que aún faltan más familiares y amistades que se vengan, por lo que las esperaban para este martes por la tarde, nuestra vida es primero, dijo, también recordó los estragos que les ocasionó el pasado huracán “Kenna” donde el nivel del agua en su colonia subió a más del metro y hoy se dice que será más, ya que con el pasado huracán encontraron su casa destrozada, la ropa totalmente perdida, pero hoy afortunadamente la presidenta nos apoyó con el transporte, ya que ella consiguió estos camiones para que nos trajeran a todos para acá gratis.
ROGELIO FLORES AMPARO.- niño de escasos 13 años de edad, que cursa el segundo grado de secundaria en su natal San Blas y que hoy se encuentra con sus padres y hermanos en este albergue de la UAN, dijo sentirse bien y que para no estar pensando en los daños del huracán “Willa” pueda ocasionar en sus hogares, los ponen a realizar una serie de actividades, como el jugar futbol, correr, ver películas, subrayando que les han dado de comer, ropa, por lo que está a gusto, el pequeño vive en la colonia Benito Juárez, al preguntarle porque se vino para acá, dijo, “ pos nos dijeron que nos saliéramos, porque iba a llegar el huracán y que no podíamos quedarnos en la casa, por lo que nos trajeron en un camión gratis, aunque eso sí, no nos han dicho cuando nos vamos a regresar a casa.
JESÚS EMANUEL INOCENCIO MEJÍA.-este pequeñito de escasos 7 años de edad y que cursa el segundo grado de primaria, en su rostro se le reflejaba aún el temor, la incertidumbre, pero en ocasiones cuando le preguntamos porque estaba en este albergue, su contestación fue con cierto dolor, ya que a su corta edad, entendía lo que estaba sucediendo, por lo que nos dijo, “ nos venimos porque nos dijeron que iba a llegar un huracán”, nos dijo que venía con su familia que son como 15 y que la colonia en donde viven en San Blas, es la del Tiburón Molacho, y que es una colonia donde cada vez que llueve fuerte se inunda, pero en otras veces no, al preguntarle sobre qué es lo que hace para no aburrirse aquí en el albergue, dijo que jugar, ver películas, jugar futbol, que le dan de comer bien, por lo que al preguntarle un compañero de los medios, que si extrañaba su casa, quizás se le vinieron los recuerdos de su casa, de su colonia, dijo entre voz entrecortada, y con su miradita perdida al cielo que sí, que la extrañaba porque ahí había dejado su roperito con su ropa, sus juguetes, sus carritos, sus monitos, por lo que con sus ojitos llorosos y al grado de que amenazaba ese brillo en sus pupilas en que sus lágrimas escurrieran por su rosadas mejillas, expresaba que tenía miedo que el huracán se llevara sus cosas y que a su regreso no encontrara nada de sus juguetes ni de su ropa, sin duda un inocente niño con un espíritu fuerte de un adulto.
TERESITA GRISEL.- así como en este albergue de la Universidad Autónoma de Nayarit, había niños, jóvenes, adultos y de la tercera edad, que por razones de vivir en zonas de alto riesgo tuvieron que dejar sus viviendas para trasladarse a un lugar seguro, y que por ello en estos momentos ahí se encontraban, también hubo personas que estaban ahí, en ese mismo lugar, pero no porque fueron evacuados, sino que su presencia obedecía, a llevar ayuda, el sentimiento altruista, humanitario y solidario, de un grupo de 4 personas, que se dijeron ser amigos, se les prendió “el foco” para llevarles un poco de comida, que fueron panes, y en bolsas llevaban algo de ropa, de la que quizás ellos y ellas no necesitaban o si la necesitaban, valoraron que las necesitaban más ellos, estas familias evacuadas, por lo que hasta algunos juguetitos para niñas llevaban, mencionando que lo hacían porque tienen familia y que si en algún momento a ellos les pasara algo similar a lo que están viviendo estas familias, quisiera que también les tendieran la mano, “nadie nos dijo que lo hiciéramos, nació esta idea de nosotros, oímos que estaban en la universidad esta gente, y de inmediato con el poco dinero que nos dan nuestros papás para gastar en la escuela, lo ahorramos para comprar pan dulce y traérselos, hay que ser solidarios con quienes necesitan del apoyo de los demás, hay que dar un poquito de lo nuestro”.
