Con el apoyo del Congreso del Estado los productores de ajonjolí de la costa norte de la entidad buscarán que les paguen sus cultivos que fueron dañados con las pasadas lluvias atípicas. Los afectados acudieron al Poder Legislativo porque en sus comunidades no les quieren cubrir los siniestros como lo habían acordado.
Durante otoño e invierno los campesinos de Tuxpan, Santiago Excuintla y en algunos otros municipios de la región cultivaron el grano porque los invitaron a participar en la reconversión productiva.
Con base a lo programado 126 campesinos sembraron 596 hectáreas del grano bajo contrato con el compromiso de que les iban a comprar la tonelada de 15 mil pesos para arriba y casi el cien por ciento de los cultivos se perdieron por las inclemencias del tiempo.
Los cultivos los promovió una empresa denominada SESAJAL con créditos proporcionados por la Caja de Ahorro Solidaria de Tepic y con la protección del Fondo de Aseguramiento Agrícola Amado Nervo. Pero las agrupaciones nada más se dieron cuenta que la cosecha se dañó huyeron del lugar.
A los afectados que acudieron a la Cámara de Diputados los atendieron los legisladores Benny Ramírez y Martín Cosió quienes después de escuchar el problema les prometieron que llamarán a cuentas a las empresas que los incitaron a sembrar sin conocer el grano.
Los campesinos afectados sospechan que el Fondo de Aseguramiento Agrícola Amado Nervo es una empresa fantasma que trabaja coludida con SESAJAL y la Caja de Ahorro Solidaria.
Entre los productores de ajonjolí que llegaron a pedir auxilio a los diputados también venían frijoleros, sorgueros y hortaliceros que reclaman el seguro catastrófico porque perdieron sus cultivos y el personal de SAGARPA les niega el apoyo.
SESAJAL es una empresa de Jalisco que se dedica a la elaboración de aceite de ajonjolí
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