Durante tres horas 11 diputados encabezados por su presidente, Leopoldo Domínguez González escucharon los testimonios de 10 agraviados de quien fuera Fiscal General del Estado, Edgar Veytia. Los ofendidos fueron acompañados por los representantes de la Comisión de la Verdad, Alma Vidal, Flavia Ureña, Rodrigo González Barrios, entre otros.
La narración en el Congreso del Estado arrancó con la declaración de Ricardo García Contreras quien se desempeña como secretario de acuerdos del Poder Judicial de Nayarit a quien lo mandaron a la penal y lo torturó el ex director de centro de rehabilitación “Venustiano Carranza”, Rafael Gamboa Soto por órdenes de Veytia nada más por aspirar a ser juez. El aludido recuperó la libertad después de que se desistió de sus aspiraciones.
Otro abuso se cometió en contra de Antonio Parra García a quien el ex Fiscal lo despojó de una bodega que tenía en el Mercado de Abastos. Edgar para modificar la escritura del almacén usó los servicios del notario Arturo Luna López y el amigo “Layín”se apoderó del inmueble con gente armada.
Luz María Navarro perdió parte de los bienes que le heredaron sus padres porque al igual que en el anterior asunto el notario Arturo Luna López modificó la escritura por indicaciones del ex abogado del pueblo para venderle un terreno a quien fuera alcalde de San Blas, Hilario Layín.
José Cruz Corchado Partida se quejó que Veytia le secuestró a uno de sus hijos, que lo obligó a que le entregará un terreno frente al Fórum en Tepic y que no le dio el valor real del predio. En este ilícito se hizo con el apoyo del notario público número 36, Eduardo Avalos Rosas.
En el Poder Legislativo, Gerardo Montoya Barajas, también denunció que le arrebataron un terreno con valor de dos millones 200 mil pesos casi en el centro de la capital del estado. El lote lo compró Carlos Saldate Castillón en un millón 800 mil pesos. Pero al poco tiempo el dinero volvió a las manos del ex candidato del PRI al Ayuntamiento de Tepic al momento de que Veytia le iba a auxiliar a cobrar algunos cheques por petición de Saldate Castillón. Montoya Barajas asegura que de Ciudad del Valle lo levantó a él y a su esposa el comandante Valdivia con la ayuda de cuatro camionetas repletas de policías. Los levantados fueron a parar a la Fiscalía General del Estado en donde Valdivia golpeó a Gerardo previa a una advertencia que le señalaba que su vida estaba en sus manos. Después de la tortura Edgar amenazó con matar a Gerardo sino le entregaba un millón de pesos y le daba una casa que tenía en Vallarta. El valor de la finca era de dos millones de pesos. Pero el ex funcionario nada más entregó 500 mil. El agraviado sospecha que Saldate planeó todo porque únicamente él tenía información de la compraventa del terreno y de la finca que quedó en manos de Edgar.
Al terminar la negociación Montoya Barajas recuperó la libertad con la advertencia que si denuncia el ilícito le quitarían la vida. La amenaza la hizo directamente el fiscal, señala el agraviado.
La esposa de Gerardo Montoya con las lágrimas en el rostro señaló a los diputados locales que mientras la torturaban psicológicamente escuchó los golpes que le propinaban los policías a su marido. A la mujer durante su estancia en la fiscalía le quitaron una camioneta y la revisó sin motivo una agente quien le afirmó que la exploración la haría por órdenes de su jefe Veytia. La pareja de Montoya Barajas durante su intervención soltó el llanto y dijo que en su desesperación le pidió a Dios que el Fiscal General del Estado fuera detenido y que lo hicieran pagar por todo lo que les inventó a infinidad de personas agraviadas en toda la entidad por lo que le da gracias al todo poderoso porque la escuchó. El llanto de la Señora provocó que a muchos de los parlamentarios y de los presente se les salieran las lágrimas.
Al hacer uso de la palabra Luz María Castellanos ante los legisladores dijo que tiene fe en que los ofendidos recibirán la ayuda correspondiente. La mujer es madre de Eduardo Valenzuela Castellanos quien se dedica a la compra de terrenos y a la construcción de casas en diferentes partes de la República y en los últimos meses en la zona turística de Vallarta. Los negocios de Valenzuela Castellanos andan por el orden de los 80 millones de dólares y con la ayuda de un Canadiense Edgar Veytia le pidió un poder para manejar a su antojo todo su capital. Al hijo de Luz María lo enviaron a la penal de Tepic por negarse a entregar el documento que le pidió Veytia. En el Centro de Rehabilitación Social a Eduardo Valenzuela lo mandaron a una celda para enfermos mentales y a sugerencia del gobernador Roberto Sandoval Castañeda lo enviaron a la cárcel de Bucerias. En el lugar el detenido ha obtenido doce amparos. Pero el juez por sus fueros lo mantiene detenido porque cada que le llega la protección de la justicia federal le gira nuevas órdenes de aprehensión. En la actualidad Eduardo se encuentra hospitalizado muy delicado de salud porque en la penitenciaria de Bucerias lo golpearon unos tipos que al parecer tenían la intención de quitarle la vida. La madre del preso espera que pronto se haga justicia para poder salvar a su hijo de manos de los tipos que están al servicio de quien espera ser sentenciado en los Estados Unidos. El padre de Valenzuela Castellanos dice que quienes se quedaron en la Fiscalía General del Estado son iguales que Veytia.
En el Poder Legislativo a nombre de los defensores de oficio del Poder Ejecutivo, Vianey Pulido Jáuregui demandó apoyo para que se les reconozcan sus derechos y Julia Bizarrón Ramírez pidió auxilio para que a sus compañeros suplentes del hospital general de Tepic les entreguen a tiempo sus salarios. En ocasiones a los afectados les deben hasta quince quincenas.
Ricardo García Gamboa aseguró ante los diputados que Veytia le mandó quitar un local de eventos con el argumento de que en el lugar se localizaron a unos tipos comercializando droga. Al mencionado lo llevaron amparado a la Fiscalía y Edgar le dijo que el inmueble tenía otro dueño quien presentó unas escrituras falsas elaboradas por el notario Pérez Cárdenas. García Gamboa tiene la propiedad desde 1981 y el protegido de Veytia trae unos documentos que sin sustento legal se pretenden ostentar como dueño.
Antes de concluir la plática con los agraviados por el Fiscal, Francisco Anguiano denunció que Veytia lo despojó en la Resolana municipio de Tepic de 68 hectáreas y que le dieron menos de cuatro millones de pesos.
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