Por: MARIO LUNA
De manera por demás comodina para el rector de la Universidad Autónoma de Nayarit Nacho Peña, como para los titulares del SPAUAN, FEUAN y SETUAN, prefiere convocar a paros para exigir que se les apoye a salir de este ahogamiento financiero que enfrentan, por la galopante e imparable corrupción al interior del campus universitario, que asumir sus responsabilidades y hacer paros, pero para exigir que se castigue penalmente a los saqueadores de la universidad y exigirles que devuelvan lo que se han robado.
Es por ello que este lunes desde las 9 de la mañana a la una de la tarde, se paralizaron las clases en la UAN, el cual representa el primer paro escalonado de una serie que se estarán realizando, ya que exigen que no se les reduzca el presupuesto a la educación y tres conceptos más.
El lloriqueo por parte de las autoridades universitarias, como lo hizo el mismo secretario general de la UAN, Adrián Navarrete, es que los pasivos que tienen se les transfieran al ejercicio 2017 ya que no se tiene la capacidad financiera en estos momentos para pagar adeudos a nadie, por lo que las cuentas están “congeladas” por el SAT e INFONAVIT, quienes han demandado el embargo de dichas cuentas por la falta de pago que la universidad no realizó a estas instituciones.
El saqueo a la universidad fue exagerado y mortal por quienes fueron sus autoridades rectorales y que recientemente fueron relevados, pero también en este saqueo indiscriminado están inmiscuidos los secretarios generales del SPAUAN y del SETUAN, así como el líder estudiantil de la FEUAN, pero ahora ellos, están exigiendo al gobierno estatal como a los diputados que les amplíen el presupuesto del 2016 por más de los 240 millones de pesos, para poder cumplir con los compromisos de fin de año en lo referente al pago de nómina y aguinaldos y para el 2017, ya están solicitando también otra ampliación pero ahora de los más de 550 millones de pesos, lo cual dicen que es para regular el presupuesto.
En general lo que están solicitando de ampliación presupuestal tanto para lo que queda de este 2016 y 2017, son de los 790 millones de pesos, cantidad que sería suficientemente cubierta si exigen a Juan López Salazar y gavilla, así como a otros que siguen en esta administración rectoral, a que regresen esos más de mil 500 millones de pesos que andan desaparecidos, pero lo que menos quieren los responsables de los tres sectores universitarios como el mismo rector, es molestar y darle dolores de cabeza al anterior rector, por lo que prefieren mejor mostrar su lloriqueo y moquear para ver si con sus caritas de mustias les pueden dar ese recurso que les hace falta.
El dirigente feuano, según él mencionaba que estaban ahí en ese paro, porque dice ser los primeros afectados, pero cuando firma documentos en algunos de los burdeles o table dance, ahí no le importa gastarse el dinero del presupuesto universitario y que por cierto por ahí tiene algunos que no ha pagado.
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