Desde décadas atrás, se ha venido viendo muy deteriorada la figura de los dirigentes de los partidos políticos en la entidad, quienes han preferido el confort del aire acondicionado de sus oficinas que el andar en recorriendo los barrios, calles, ejidos, comunidades o municipios, para elevar los reclamos del pueblo como suyos y abanderar estas exigencias.
En el sexenio de Roberto Sandoval, se vio claramente el sometimiento de estos dirigentes a las inquietudes y necesidades del gobernante, quienes se le inclinaban para rendirle pleitesías, aunque es lógico todo ello, conllevaba a que les dieran unos centavitos y se olvidaban de lo que veían, sin importarles el pueblo, afirman analistas políticos.
El ex mandatario estatal Sandoval Castañeda, dio muestras de como adiestrar no solo a animales sino también a diputados y todo tipo de políticos, por lo que en su mandato no hubo ni un solo dirigente de ningún partido que se le opusiera o le reclamara algo, ni el PAN, ni el PRD lo hicieron menos los mini partidos satélites arribistas y vividores como el PT, Movimiento Ciudadano, PRS en ese entonces, Verde Ecologista, PANAL, entre otros.
Hoy en este gobierno de Antonio Echevarría García, quien llegó por la alianza de partidos PAN,PRD y PT, pero para su desgracia de estos partidos y sus dirigentes estatales, los olvidó pronto y rompió relaciones con ellos; con el PT, siendo su dirigente Pedro Roberto Pérez Gómez, le corrió a su hermano de los Servicios de Educación, todo porque a este dirigente y diputado se le olvidaba que era de casa y presumía que era su opositor y que al único que le debía respeto y adulaciones era a López Obrador, luego vino el querer reconciliarse al grado de que se arrodillaba ante la sola imagen del mandatario estatal, pero este lo ignoró.
En el caso del PAN, de todos es sabido las relaciones agrias y de pocos amigos que se tiene con el actual líder de ese partido con Juan Guerrero Gutiérrez, al grado de que primero lo despidió de la subsecretaría de gobierno y luego se opuso de manera rotunda que él fuera el dirigente estatal y para ello se quería imponer a su compadré “ El Tortas”, hoy siguen mochas y distanciadas esas relaciones, en el caso del PRD, pues con ellos no quiere saber nada, porque hay malos recuerdos.
En el caso del dirigente estatal del PRI, Enrique Díaz López, este ha mostrado el máximo del conformismo y adiestramiento a la alta escuela de obediencia, ya que en cerca de dos años, no se le ha visto ni una sola vez abanderando los reclamos del pueblo contra este gobierno, no se ha dado cuenta que son una oposición y que su partido no es gobierno y todo porque no saben ser oposición y prefieren el confort de sus sillas de oficina y aire acondicionado que salir a campo a asolearse y empolvarse, de igual manera están quienes arribaron al poder de la dirigencia de Movimiento Ciudadano, como fueron Raúl Mejía y su hija, a quien hizo diputada local a Julieta Mejía y en pago hoy, se han olvidado totalmente del partido, pero que se están llegando los tiempos para volverse a acordar que fueron emanados del partido naranja, el Verde Ecologista, el PANAL, siguen sin rumbo y tampoco saben lo que quieren, bueno lo único que quieren son los centavitos sin esforzarse mucho para evitar la fatiga, esperemos que hoy que se acercan esos comicios electorales, les resurja el espíritu combativo aunque imaginario y soñador.
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