La comparecencia de quienes buscan el cargo se hizo a puerta cerrada y a cada uno le dieron 15 minutos para que expusieran su proyecto.
Al consejo nada más se permitió ingresar a los precandidatos, a sus equipos y una vez que presentaron su proyecto se fueron del lugar al grado de que algunos ni vieron a sus adversarios.
A las personas que se le cerró la puerta en la nariz afirmaron que lo único que reflejó el evento fue que quienes buscan encabezar la candidatura de la alianza opositora al PRI tienen muchas diferencias y miedo a que se les cuestione ¿por qué buscan el cargo?
Algunos consejeros que escucharon a los aspirantes afirmaron que la comparecencia dejó muchas dudas y que los perredistas siguen pensando que el mejor candidato será el que demuestre que tiene mucha preferencia política y que cuenta con suficiente preparación para rescatar a la entidad.
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