Alrededor de las 10:30 de la mañana de este domingo, cerca de 200 uniformados de las fuerzas policiacas de la policía municipal, estatal, preventiva, guardia nacional y el ejército mexicano, se postaron a un costado de la loma, específicamente a los pies de la fuente conocida como de la Hermana Agua, lo que causó entre los transeúntes un gran temor e incertidumbre.
Todo este despliegue policiaco, que pareciera para enfrentar a algún cártel de la droga, fue posteriormente el hazmerreir y enojo de la ciudadanía, ya que era para dispersar a seis personas integrantes de los colectivos de la comunicad lésbico-gay, que su intención era solamente colocar su bandera de arcoíris en la estatua de la hermana agua.
Seis personas que tranquilas y sin hacer alboroto que pretendía de manera civilizada hacerse notar y conmemorar su día, se encontraron con un bloque de uniformados todos ellos fuertemente armados hasta los dientes, lo que habla del gran miedo que le tienen al virus del Covid-19, más que a enfrentar y prevenir los delitos que a últimas fechas se han venido recrudeciendo en nuestra ciudad, con hechos de alto impacto.
Lo destacado es que antes de que llegaran los mismos integrantes de la comunidad lésbico-gay al punto de la fuente de la hermana agua, llegaron primero y con tiempo sobrado los policías, mientras que a los hechos delincuenciales son los últimos en llegar, prueba de ello, el enfrentamiento entre vecinos frente a las instalaciones de la preparatoria número 13 de la Universidad Autónoma de Nayarit, ubicada en los cruces de la avenida Victoria y P. Sánchez, donde un grupo de personas, uno de ellos encabezados por el “Morro” Saucedo, se enfrascaron en una trifulca donde salieron a relucir hasta lanzafuegos, todo ello por la posesión de un predio.
Casi en el mero centro de la ciudad, donde el patrullaje es permanente, más de media hora y ni un solo policía hizo acto de presencia, ni siquiera los de protección civil municipal que están a una cuadra de ese lugar, para dispersar a los rijosos con los chorros de agua.
Las llamadas al 911 era en cascada, pero al parecer eso no era prioridad para las autoridades, ya que para ellos, el disuadir, amenazar a solo 6 personas de la comunidad lésbico-gay, era la prioridad porque lo consideraban como de alto riesgo para la seguridad estatal, vaya criteris de nuestras autoridades.
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