La presidenta municipal de Ahuacatlán, Lucrecia de Jesús Alduenda Echegaray, el pasado jueves a mediodía al salir de una reunión de la sala de juntas de Gobierno, distintos representantes de los medios de comunicación quisieron entrevistarla, pero de manera grosera y prepotente les dijo que a ella no le gusta dar entrevista y mucho menos cuando anda muy cansada.
Ante ello, la alcaldesa como si fuera entrenar para un marathon para ir a las olimpiadas, emprendió la huida corriendo, bajando por las escaleras y vociferando que andaba muy cansada porque el gobernador los cito para una reunión muy temprano y eso la desveló.
La realidad es que lo que no quería es que los medios de comunicación se dieran cuenta que desconoce lo que esta pasando en su administración a la cual la ha convertido en una guarida para dar empleo a toda su familia y parentela con salarios estratosfericos y de la impunidad para los mañosos en aquella zona.
«No estoy acostumbrada a dar entrevistas a nadie, no se hablar, así que luego los veo», no sabrá hablar y se cansará rápido, pero para andar en fiestas y andarse paseando como su presencia en el rompimiento de la Feria en Jala, hasta muy movidita andaba, al ritmo de la del “Moño Colorado”
Ante ello una de las compañeras le dijo que siendo funcionaria pública debe atender a los medios de comunicación ya que si se mete a política pues debe entender que los medios la entrevistarán a lo que la alcaldesa contestó que ella no es política y que llegó a la alcaldía porque el pueblo de Ahuacatlán la quiere mucho.
La alcaldesa de Ahuacatlán no sabrá hablar pero mover las manitas y esos deditos en el cajón si los sabe mover y muy bien y más cuando se trata de meter a toda la familia y parientes a la nómina, aunque ella dice que el gobernador le autorizó meterlos, vaya cinismo de la alcaldesa.
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