Por: MARIO LUNA
El dirigente de la Confederación Nacional Campesina en Nayarit, Antonio López Arenas, dejó claro que quienes andan de bravucones gritando y exigiendo la renuncia y salida del actual líder del PRI, Enrique Díaz, son aquellos que han vivido del partido, (refiriéndose al PRI) y que además se han beneficiado por lo que aseguró que son unos malagradecidos, oportunistas y sin calidad moral para andar exigiendo salidas de nadie.
Agregó que no es posible que ahora, aquellos que ostentaron el poder gracias a los beneficios que les dio en su momento el PRI, sean los mismos que hoy, lo critican y lo quieren hasta linchar, cuando, lo primero que deben de reflexionar es que aunque se digan muy priistas, otros que nacieron con el PRI tatuado o que nacieron dentro del partido, eso no los hace priistas, lo que los hace son sus acciones, el trabajo que realizan por el tricolor y no por sueños o recuerdos.
El líder campesino en la entidad, precisó que es una incongruencia que estos personajes que no trabajaron para el partido al cual dicen que pertenecen y que lo hicieron por otros personajes contrarios al partido sean ellos los que levanten la voz para exigir la salida de la dirigencia estatal del Revolucionario Institucional, de Enrique Díaz López, pretextando para ello la derrota electoral que recientemente se vivió y que a dejado muy endeble al partido.
Fundamentan estos personajes revoltosos que solo quieren llamar la atención para apoderarse ellos del partido, que la estrepitosa derrota del PRI en esta contienda electoral, es suficiente para que salga de la dirigencia estatal Enrique Díaz, ya que lo culpan de haber sido el culpable de estos resultados funestos.
Esta banda de revoltosos comandada por el ex gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza no tienen vergüenza y menos él, que siendo gobernador entregó el gobierno a manos de Toño Echevarría Domínguez, y ello gracias a su pésimo gobierno que realizó, pero parece que no tiene memoria, de la política persecutoria, y carcelaria que realizó en su administración y que su mano ejecutora era el nefasto Sigfrido de la Torre Miramontes, quien pudiera ser peor que el mismo Edgar Veytia, desde aquel entonces momento entreguista del gobierno, el PRI no ha podido levantarse y hoy culpan de una derrota a un dirigente, cuando ellos estuvieron en contra del mismo partido.
Antonio López Arenas, le recordó a Rigoberto Ochoa Zaragoza, que a su llegado como gobernador, implementó de inmediato el “programa “ de exilio a quienes consideraba sus oponentes aunque fueran del mismo partido y hubieran trabajado para que triunfara, como fue el caso del mismo doctor José Lucas Vallarta en paz descanse como de él mismo, quienes ambos se tuvieron que ir a la ciudad de México, Lucas Vallarta se acomodó en el Seguro Social como asesor del director general del IMSS quien era su amigo, mientras que él deambuló por seis meses en la gran urbe hasta que su amigo Víctor Cánovas siendo titular de PROFECO le dio una delegación en la delegación Cuauhtémoc.
Cuatro años duró él exiliado de su estado Nayarit, hasta que Cota Moreno, vino a Nayarit como delegado nacional del PRI y se lo trajo con el nombramiento de subdelegado nacional, cosa que para nada le gustó a Rigoberto Ochoa y mando a su testaferro de Sigfrido de la Torre a quererlo correr, pero desgraciadamente no pudo y se tuvieron que aguantar.
Ante ello dijo el líder cenecista que en vez de andar vociferando y denostando al propio partido al cual dicen que quieren y aman, se pongan a trabajar por fortalecerlo más en estos momentos difíciles por los que se atraviesan, “ que no escupan para arriba porque el escupitajo les caerá en el mero hocico”.
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