De manera prepotente, grosera y arrogante, el diputado del Partido del Trabajo, Pedro Roberto Pérez Gómez, trató a unas personas de la tercera edad, a las que por cierto él mismo había citado para este martes a las 12:30 y a quienes sus asesores un licenciado y un mocoso que parecía zancudo loco, les aventaron la puerta del cubículo para no dejarlos entrar, por lo que casi les pegaron en la cara.
El argumento del licenciado que hace funciones de asesor del Partido del Trabajo, fue que el diputado estaba muy ocupado, por lo que al verlo tras las ventanas, se le vio que estaba platicando muy acaramelado con quien fuera la ex candidata a diputada federal por el tercer distrito, por lo que al hacerle este señalamiento a sus “asesores”, mencionaron que estaba en una llamada con el gobernador.
Por lo que unos presentes que estaban ahí escuchando, le dijeron que el mandatario no podía ver ni en pintura al diputado petista, por traidor y malagradecido, ya que pese a que su hermano cobraba como subsecretario de educación sin pararse a trabajar, todavía criticaba de manera negativa y sin fundamentos al gobernador, por lo que ya tartamudeando, dijo en tono enojado, que su diputado estaba muy ocupado.
Asimismo, a unos compañeros periodistas, que iban a entrevistarlos y a quienes les dijo que los esperaba en su cubículo para darles la entrevista, ya que estaban sentados esperando que dejara de chulear a quien fuera su secretaria del partido y luego la hiciera candidata a diputada federal, al ver que lo estaban escuchando, los corrió diciéndoles que luego volvieran porque tenía cosas importantes que dialogar con la joven.
Sin duda alguna, que sigue creyendo este diputado que aquellos que no le hagan caso les caerá la maldición aplanadora de López Obrador, tal como amenazara a todos los diputados cuando no estuvieron de acuerdo con él, ya que ahora le ha dado en amenazar a todos aquellos que difieran de su pensamiento, asegurando que habrá represión inmediata por el Presidente de México electo, no cabe duda que está peor que los niños peleoneros zacatones que dicen, “si me sacas la lengua te traigo a mi amigo”.
Y luego dicen que el recurso que les dan para gestión social, para ayudar a la gente, no les alcanza y hasta de su sueldo dan, cuando no apoyan ni con un peso a la gente necesitada y se quedan con todo ese dinero.
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